Nuestros agricultores

Origen y territorio

Conversando con Stefan Klotzner

El Tirol del Sur - Südtirol con su aire alpino y su clima mediterráneo es la tierra de las manzanas Marlene®. Sol abundante, suelo fértil y grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche favorecen el crecimiento de frutos de coloración intensa: todas estas condiciones se dan en nuestra tierra. En el Tirol del Sur - Südtirol cultivamos manzanas a altitudes de entre doscientos y mil metros sobre el nivel del mar, cada variedad en la altitud en la que crece mejor. Teniendo en cuenta asimismo la riqueza de variedades, los agricultores sabemos valorar las diversas condiciones de cultivo. Nos desvivimos por producir y llevar a las mesas de los consumidores manzanas Marlene® de sabor inconfundible.

¿Quieres saber cómo se traduce todo esto en mi trabajo? Ahora te lo cuento.

#agricultoratiempocompleto

Me llamo Stefan Klotzner y nací en Scena (un pequeño pueblo cerca de Merano), lugar donde vivo y trabajo con mi familia, concretamente en la masía Lothhof, hecho del que me siento muy orgulloso. En cuanto a superficie la finca Lothhof es perfecta. Puedo vivir del cultivo de la manzana, no he de buscarme una segunda fuente de ingresos y me dedico por completo al trabajo en la masía.

#trecegeneraciones

Nuestra familia lleva la granja Lothhof desde hace trece generaciones. Los numerosos documentos que se conservan nos permiten remontarnos a los remotos orígenes de mi familia, ¡nada menos que hasta 1615! Pero este no es el único detalle que hace que mi masía sea tan especial.

#altitudidperfecta

La finca Lothhof se encuentra a setecientos metros sobre el nivel del mar. Su ubicación en la ladera la sitúa en una posición de ventaja con respecto a las masías de la vaguada del valle, pues está expuesta al sol del atardecer, verdaderamente ideal para producir unas manzanas excelentes. Nuestra ubicación ventajosa, sin embargo, también conlleva algunas dificultades.

#cuestaarribaocuestaabajo

Trabajar en la finca no es precisamente fácil, porque casi siempre te mueves en un terreno inclinado. Como recompensa a nuestras penalidades, sin embargo, el suelo nos brinda unas condiciones perfectas para el cultivo de la manzana. De todos modos, que quede claro que cultivar manzanos no es un juego de niños.

#quéquierenlosmanzanos

El suelo ideal no tiene que ser demasiado rico en humus ni tampoco contener demasiados ácidos. Además a los manzanos les resulta perjudicial el agua estancada, problema que por suerte aquí arriba nosotros no tenemos, dada la pendiente del terreno. En cualquier caso no dejamos nada al azar.

#máscontrol=mejorcalidad

Cada cinco años por lo menos llevamos a cabo un muestreo del suelo de cada manzanar. Según los datos recogidos abonamos, si bien solo lo mínimo. Un exceso de nitrógeno, por ejemplo, iría en detrimento del color intenso de las manzanas. Es importante que el terreno contenga una mezcla equilibrada de substancias nutritivas. Por eso estoy siempre tan pendiente de sus condiciones.

#substanciasnutritivas #peronaturales

Le doy al suelo los nutrientes que necesita, preferiblemente de manera natural: en las labores de formación del mantillo segamos y desmenuzamos la hierba que crece en los manzanares, y después la naturaleza hace el resto. El mantillo se descompone lentamente sobre el terreno suministrándole la cantidad de nitrógeno adecuada y haciéndolo fértil a la larga.

#tiroldelsurpatriadelasmanzanas

La historia de la fruticultura en el Tirol del Sur - Südtirol me parece muy interesante; está ligada a las estancias para el cuidado de la salud en la zona de Merano. Las familias nobles y acomodadas venían de lejos para pasar un par de meses cuidando de su salud y disfrutando del clima benigno y el aire fresco de estos parajes. Por ello se construyó una línea férrea que cruzaba el Brennero y llevaba hasta Merano. De esta infraestructura se sirvieron asimismo los agricultores para enviar sus manzanas a toda Europa. Pero esto no es todo: también existen otros factores que han convertido el Tirol del Sur en la patria de las manzanas.

#siempreadelantados

En lo que se refiere a las técnicas de conservación los surtiroleses somos de lo más ingeniosos. Si hasta hace unos cien años todas las manzanas habían de ser consumidas en Navidad a más tardar, hoy día podemos degustarlas frescas en cualquier momento del año. Esto se explica porque no nos hemos conformado ni nos hemos quedado de brazos cruzados. Al contrario, hemos unido nuestras fuerzas para ir impulsando el cultivo de la manzana con la aplicación de técnicas innovadoras y de vanguardia.

#plantandoárboles

Una de las razones de nuestros progresos se debe sin duda al empleo del material de vivero que recibimos de los planteles. Cuando era joven las plántulas daban las primeras manzanas al cabo de seis o siete años por lo menos, mientras que en la actualidad bastan cuatro o cinco para conseguir una primera cosecha generosa. Pero, ¡ojo! No va todo tan deprisa...

#¿piedrasoexcavadora?

Cuando preparo un nuevo manzanar, en primer lugar arranco los árboles viejos y quito la estructura de alambre, a continuación roturo el terreno con una excavadora. Mi abuelo en su época procedía de otra manera para remover la tierra: cavaba hoyos y los llenaba de piedras. Cuando me encuentro algún montón de piedras siempre pienso que se trata de uno de los que dispuso mi abuelo.

#protecciónysostén

Al final coloco la estructura de alambre que presta sostén a los manzanos y la red antigranizo. Hoy en día resulta imprescindible, porque protege la cosecha. Una vez plantados los nuevos árboles podamos todas las ramas. ¡Y tampoco hay que olvidar el sistema de riego! Nosotros utilizamos la irrigación por goteo, para que las plantas reciban la cantidad exacta de agua que necesitan.

#¡objetivologrado!

La primera temporada no da manzanas: ¡sería demasiado fácil! Pero a partir del segundo año se ven los frutos del trabajo bien hecho: ¡qué satisfacción al contemplar los árboles cargados de crujientes manzanas!